«Yo no deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre ellas mismas». Mary Wollstonecraft

Si eres un consumidor, esto es lo que debes saber.

Antecedentes históricos

Después de la segunda guerra mundial, muchos productos femeninos, desde la joyería hasta los más íntimos, como las toallas sanitarias, surgieron de una manera fuertemente comercializada en los Estados Unidos. Todo esto fue posible gracias al auge del capitalismo.

Grandes corporaciones se dieron cuenta del enorme público femenino existente, en especial el público femenino adolescente.

Gracias a esto fueron creadas las versiones femeninas de varios productos, en cosas que antes no habían tenido barrera de género.

En 1966 se estableció el pacto internacional de los derechos civiles y políticos, así como también el pacto internacional de los derechos económicos, sociales y culturales. Los países que en ese entonces eran miembros de la ONU, entre ellos Chile, se comprometieron a respetar y garantizar a todos los individuos, en sus territorios, los derechos reconocidos por estos pactos arriba mencionados.

Sin embargo hay que destacar que estos pactos establecidos en 1966 tienen el compromiso de no hacer distinción de género, idioma, nacionalidad, religión, idioma, ideología política, entre otros.

En 1979 fue adoptada la convención sobre todas formas de eliminación de  discriminación contra la mujer (CEDAW, en inglés). Este tratado internacional tiene por objetivo eliminar todas las formas de discriminación contra la mujer y asegurar la igualdad entre mujeres y hombres. Chile es uno de los 189 países que han ratificado en está convención CEDAW, por lo que está sujeto a exámenes periódicos por este comité que protege a la mujer.

En 1995 se realizó un estudio en California, EEUU, sobre los costos de los productos y servicios en referencia al género. En este estudio se descubrió que las mujeres pagaban 1300 dólares más al año por los mismos productos que compraban los hombres. A partir de ese estudio, las autoridades de california tomaron medidas para evitar las desigualdades de género en el precio de los productos. Pero lamentablemente este hecho quedo aislado y pocos fueron los que se cuestionaron si esto sucedía solamente en la región o si también a nivel global.

Asimismo, en el año 1998, en el estado de New York, se aprobó una ley relacionada con el incremento del costo de productos femeninos. Dicha ley aplica multas. Esta prohibido el aumento de precios en el mercado a juzgar por el género, ya que es considerado como discriminatorio.

En Perú, en el año 2007, se modificó la ley nacional de presupuestos. Esto fue modificado para que en la evaluación del presupuesto se incluyera la perspectiva de género.

En 2012 Chile presentó su quinto y sexto informe a CEDAW en la convención llevada a cabo en Ginebra. Las observaciones del comité fueron que Chile es un país que esta fuertemente marcado por por las desigualdades sociales y las discriminación por género, con una democracia deficitaria.

las mujeres pagan más que los hombres

Relevancia Actual 

Actualmente, el impuesto rosa tiene un gran impacto, desde el punto de vista comercial hacen la gran diferencia de precios en los productos según el género. Por ejemplo una tinta para el cabello de una mujer es 264% más cara que la tintura para el cabello de un hombre. Además de productos como la afeitadora, el gel de baño, desodorante, entre otros. También se puede ver en productos como mochilas, juguetes de niños como los scooter. Uno rosa es más caro que uno negro o azul.

lo rosado es más caro

El «impuesto rosa» apunta a productos idénticos o similares, que cumplen la misma función, pero que tienen una diferenciación en la orientación por género, es decir un producto color azul y el otro es color rosado, esta orientado más hacia el género femenino, por lo tanto posee otro precio que por lo general siempre es mayor.

En el 2019 Sernac detectó la diferencia de precio más extrema. Se trataba de un bolso de un bolso deportivo marca HEAD que vendía Falabella, cuyo valor era de $69.990 en color rosado, y $16.990 en color negro. La diferencia un 311%.

Otro ejemplo un scooter rosado que vendía tiendas Ripley, que costaba $52.990 mientras el mismo en color negro con verde costaba $39.900.

El economista Hugo Lavados, invita a los y las consumidores/as a cotizar y comparar precios, indicando que muchos de los productos de «impuesto rosa» no son de primera necesidad.

Sin embargo el Director del Sernac, Lucas Ignacio del Villar, enfatiza que en otros países se han creado movimientos que exigen a las empresas que equiparen los precios de los productos dirigidos a las mujeres.

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