En Chile, miles de trabajadores son desvinculados cada año, bajo causales que, muchas veces, esconden situaciones de abuso o incumplimientos laborales graves. En estos casos, contar con una defensa legal especializada puede marcar la diferencia entre aceptar una indemnización limitada o hacer valer plenamente los derechos laborales.

Este fue el caso de una clienta de Becker Abogados, quien pasó de recibir una oferta de $22 millones por despido a obtener un acuerdo de $49 millones tras ejercer un autodespido fundado en la ley. 

A continuación, te contamos todos los detalles de este caso real, que hoy compartimos con su autorización.

    El contexto: Un despido inesperado tras años de servicio y entrega

    Nuestra clienta había dedicado más de una década de trabajo a una reconocida empresa chilena del sector calzado, desempeñando roles clave en áreas de ventas, coordinación y administración. Era considerada una colaboradora de confianza. 

    Sin embargo, tras una serie de reestructuraciones internas, fue notificada de su despido bajo la causal de necesidades de la empresa. Una figura legal que muchas veces se utiliza para justificar desvinculaciones masivas, sin la obligación de reconocer indemnizaciones completas.

    La oferta inicial fue de $22 millones, correspondientes (según el empleador), a su indemnización por años de servicio y mes de aviso. Pero ella no firmó. 

    Algo no le cuadraba. ¿Cómo era posible que, después de tantos años, su salida se redujera a una suma calculada unilateralmente, sin siquiera un espacio de diálogo?

    Primera consulta con Becker Abogados: Detectando las irregularidades

    No conforme, la clienta decidió buscar asesoría legal. Nos contactó en Becker Abogados, especialistas en derecho laboral, donde analizamos a fondo los antecedentes. Tras revisar su historial laboral, los documentos firmados, y su testimonio sobre el ambiente de trabajo, descubrimos varios elementos clave a saber:

    • Su contrato había sido modificado sin su consentimiento, asignándole tareas que no correspondían a su cargo original.
    • Se le habían retirado beneficios históricos como bonos por cumplimiento de metas, sin justificación.
    • Había evidencias de presiones psicológicas, cargas excesivas de trabajo y hostigamiento pasivo por parte de una nueva jefatura.

    En resumen, el empleador había incumplido gravemente sus obligaciones contractuales y legales. Esto abrió la puerta a una alternativa poco conocida pero poderosa: el autodespido por causa justificada.

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    ¿Qué es el autodespido y cuándo aplica?

    El autodespido (o despido indirecto) está regulado en el artículo 171 del Código del Trabajo chileno. Permite que un trabajador termine su contrato por culpa del empleador, cuando este ha incurrido en faltas graves como:

    • Incumplimiento de contrato.
    • Malos tratos o acoso.
    • Modificaciones unilaterales de funciones.
    • Incumplimiento en el pago de remuneraciones o beneficios pactados.

    Al ejercer el autodespido, el trabajador puede exigir el pago de todas las indemnizaciones legales como si hubiera sido despedido sin justificación.

    Es importante aclarar que, para que el autodespido sea válido, debe ser declarado por un tribunal. Sin embargo, en nuestro caso, se optó por una negociación extrajudicial, respaldada por pruebas sólidas.

    Estrategia legal basada en pruebas y no en suposiciones

    Nuestro equipo elaboró una demanda por autodespido, adjuntando:

    • Correos y mensajes que demostraban cambios arbitrarios de funciones.
    • Testimonios de excompañeros y supervisores previos.
    • Planillas y antecedentes financieros que demostraban la continuidad operativa de la empresa (cuestionando la necesidad del despido).

    Toda esta evidencia permitió demostrar que el despido no fue por necesidades de la empresa. Solo fue una forma encubierta de desvincular a una trabajadora con experiencia y opinión crítica, sin pagarle lo que realmente le correspondía.

    Negociación directa: Una buena defensa cambia el resultado 

    Gracias a la presión jurídica ejercida por el equipo de Becker Abogados, la empresa accedió a abrir una mesa de diálogo antes de ir a juicio. El proceso no fue fácil, enfrentamos varias sesiones de negociación donde el empleador intentó desestimar los antecedentes.

    Sin embargo, la firmeza del equipo legal y la contundencia de las pruebas forzaron un cambio en la postura de la empresa. Firmando finalmente, un acuerdo por $49 millones. Más del doble de la oferta inicial.

    En este monto se incluyó:

    • Indemnización por años de servicio, considerando su antigüedad completa.
    • Sustitución del aviso previo, ya que no se le notificó con antelación.
    • Recargo del 30% por aplicación del autodespido.
    • Reconocimiento del daño moral, por los malos tratos sufridos.

    Un resultado justo y digno con Becker Abogados

    Más allá del resultado económico, este caso representó una victoria emocional, justa y digna para nuestra clienta. Le permitió, cerrar una etapa dolorosa con la tranquilidad de haber defendido sus derechos laborales, de forma legal, profesional y respetuosa.

    Este caso demuestra que aunque la ley chilena protege a los trabajadores, también es fundamental, contar con un equipo legal experto que sepa cómo aplicar las normas a la realidad concreta.

    En Becker Abogados, tenemos más de 10 años defendiendo con éxito los derechos de trabajadores en Santiago y todo Chile. Nuestro equipo de abogados laborales analiza cada caso de forma personalizada y con la confidencialidad que mereces.