
Aunque pienses que estás haciendo todo bien, recibir una notificación de la Inspección del Trabajo suele generar una reacción inmediata. Generalmente, de nervios, urgencia y una preocupación concreta por las consecuencias. Para muchas empresas, una fiscalización dirección del trabajo no es solo un trámite, sino el inicio de un problema que puede terminar en multas, juicios y/o conflictos laborales mayores si no se maneja bien desde el primer momento.
Sin embargo, en Becker Abogados, sabemos, que una fiscalización no equivale automáticamente a sanciones o multas de la dirección del trabajo. El verdadero riesgo está en cómo reacciona la empresa.
Errores más comunes ante una fiscalización de la Dirección del Trabajo
Cuando llega un inspector a la empresa, el comportamiento y la preparación inmediata son cruciales. Cometer errores en ese momento puede agravar las sanciones o dar pie a nuevas fiscalizaciones.
Estos son los errores más comunes cometidos durante el acto de la inspección:
Impedir o retrasar el ingreso del inspector
Es un error grave. El fiscalizador tiene la facultad legal de entrar a cualquier parte de las instalaciones. Obstaculizar su entrada se considera una infracción autónoma y muy costosa, además de generar una predisposición negativa.
Improvisar frente al fiscalizador
Uno de los errores más frecuentes es enfrentar la fiscalización sin preparación, entregando información incompleta, contradictoria o fuera de contexto. En la práctica, muchas multas de la Dirección del Trabajo nacen más de una mala gestión del proceso que de un incumplimiento grave.
La fiscalización no es una conversación informal: es un procedimiento administrativo con efectos legales concretos. Todo lo que se dice, entrega o firma puede impactar directamente en la defensa posterior de la empresa.
Falta de una contraparte preparada
A menudo, quien recibe al inspector (recepcionista o guardia) no sabe a quién llamar, o el gerente encargado no está disponible. Esto genera demoras que se interpretan como falta de orden. Siempre debe haber alguien designado con acceso a la documentación básica.
Contradicciones entre jefaturas y trabajadores
Si el inspector entrevista, a un trabajador y este dice algo distinto a lo que declara el empleador (por ejemplo, sobre el horario de colación o el pago de horas extra), el inspector dará prioridad al principio de primacía de la realidad (lo que ocurre en la práctica sobre lo que dice el papel).
¿Qué revisa realmente una fiscalización Dirección del Trabajo?
Aunque puede variar según el caso, la autoridad suele revisar:
- Contratos y anexos laborales.
- Jornadas, descansos y turnos.
- Remuneraciones y registros de asistencia.
- Protocolos internos y cumplimiento normativo.
- Antecedentes de seguridad y salud laboral.
El problema aparece cuando la empresa no puede acreditar documentalmente lo que afirma. En estos casos, el incumplimiento suele presumirse, incluso cuando la práctica interna era correcta.
Cómo proteger a la empresa desde el primer minuto
Enfrentar correctamente una fiscalización Dirección del Trabajo no se trata de confrontar a la autoridad, sino de saber qué hacer, qué entregar y qué reservar, con criterio legal y respaldo documental.
Importancia del acta de fiscalización laboral
El acta de fiscalización laboral es uno de los documentos más relevantes del proceso. No es un simple resumen: es la base sobre la cual se construyen eventuales sanciones.
Firmar un acta sin revisar, sin dejar observaciones o sin entender su contenido es uno de los errores más costosos. Lo que quede consignado ahí será utilizado luego para justificar multas y rechazar defensas posteriores.
Descargos ante la Inspección del Trabajo: la oportunidad que muchos desperdician
Una vez notificada la infracción, la empresa tiene la posibilidad de presentar descargos ante la Inspección del Trabajo. Este es un punto crítico: no se trata de una carta genérica, sino de una defensa técnica que debe abordar hechos, normas y pruebas.
Los descargos mal planteados (emocionales, incompletos o sin respaldo), suelen ser rechazados de plano. En cambio, cuando se estructuran correctamente, pueden:
- Reducir o eliminar la multa.
- Dejar constancia de cumplimiento parcial.
- Fortalecer la posición de la empresa ante un eventual juicio.
Recursos contra multas laborales, no todo termina con la notificación
Cuando los descargos no prosperan, aún existen otros recursos contra las multas laborales que puedes usar. Sin embargo, estos recursos no corrigen errores cometidos al inicio. Si la empresa no dejó constancia adecuada en el acta o no presentó descargos sólidos, las opciones se reducen considerablemente.
Por eso, la estrategia no debe empezar cuando llega la multa, sino desde el primer contacto con la fiscalización.
Preguntas frecuentes sobre fiscalizaciones laborales
Estas son las dudas más comunes que enfrentan las empresas cuando reciben una fiscalización.
- ¿Una fiscalización de la Dirección del Trabajo siempre termina en multa? No. Muchas fiscalizaciones concluyen sin sanciones si la empresa acredita correctamente el cumplimiento de sus obligaciones.
- ¿Qué pasa si firmo el acta de fiscalización laboral? Firmar no implica aceptar la infracción, pero lo consignado en el acta será clave para cualquier defensa posterior.
- ¿Cómo se presentan correctamente los descargos ante la Inspección del Trabajo? Deben ser claros, documentados y jurídicamente fundados. Los descargos genéricos suelen ser rechazados.
- ¿Se pueden impugnar las multas de la Dirección del Trabajo? Sí, existen recursos contra las multas laborales, pero su éxito depende en gran parte de cómo se manejó la fiscalización desde el inicio.
- ¿Conviene asesorarse antes o después de la fiscalización? Antes sin duda. La mayoría de los errores que generan sanciones ocurren durante la fiscalización, no después.
En Becker Abogados asesoramos a empresas antes, durante y después de las fiscalizaciones, ayudándolas a reducir riesgos, preparar descargos sólidos y proteger su posición frente a multas y eventuales juicios laborales.
