
Cuando un ejecutivo es despedido de forma injusta, discriminatoria o tras un período de acoso, el daño no siempre es solo económico. El impacto emocional puede ser profundo y, muchas veces, invisible. En estos casos, un peritaje psicológico bien gestionado puede marcar la diferencia entre una indemnización básica y una compensación completa.
En este artículo te explicamos qué es un peritaje psicológico, cuándo usarlo, cómo prepararlo estratégicamente y cómo ha sido clave en casos reales de altos cargos defendidos por Becker Abogados.
¿Qué es un peritaje psicológico y cuándo se usa en juicios laborales?
Un peritaje psicológico laboral es una evaluación técnica y objetiva, realizada por un profesional acreditado, que busca determinar si el trabajador sufrió daño psicológico como consecuencia del vínculo o la ruptura laboral.
Este tipo de pericia puede ser clave en demandas por:
- Despido injustificado con daño moral
- Acoso laboral (mobbing)
- Discriminación o represalias
- Autodespido por incumplimiento grave del empleador
- Vulneración de derechos fundamentales (honra, dignidad, igualdad, integridad)
La finalidad es acreditar el sufrimiento, estrés, ansiedad o deterioro emocional, lo cual puede aumentar significativamente la indemnización o reforzar una demanda de tutela laboral.
¿Por qué los altos ejecutivos también pueden sufrir daño psicológico al ser despedidos?
Existe el prejuicio de que los gerentes o altos ejecutivos “están preparados” para cualquier salida. Sin embargo, en la práctica, los juicios que más han logrado indemnizaciones por daño psicológico son precisamente aquellos donde el ejecutivo:
- Fue excluido sistemáticamente de decisiones clave.
- Sufrió un cambio drástico y sin explicación en su rol.
- Fue hostigado tras realizar una denuncia interna o resistirse a presiones.
- Recibió un trato denigrante o fue desacreditado públicamente.
En muchos casos, estos hechos provocan:
- Crisis de ansiedad, depresión o insomnio.
- Pérdida de autoestima profesional.
- Necesidad de apoyo médico o psicoterapéutico.
El peritaje permite dar forma jurídica a ese sufrimiento real, transformándolo en prueba válida en juicio o elemento de presión para negociar una mejor salida.
Qué tipo de peritaje es más útil en estos casos (y cuál no sirve)
No cualquier evaluación psicológica sirve como prueba en juicio. Para que sea útil, el peritaje debe cumplir con ciertos requisitos:
- Debe ser realizado por un perito judicial acreditado ante tribunales.
- Debe vincular el daño psicológico directamente con hechos ocurridos en la relación laboral.
- Debe contar con un informe claro, técnico y bien argumentado.
- Debe estar disponible para ratificación o contrainterrogación en juicio.
No sirve un certificado genérico de licencia médica. Tampoco basta con decir que hay “estrés laboral” sin conectarlo con hechos concretos.
No se aceptan informes de carácter subjetivo o poco objetivo (emitidos por familiares o sin respaldo técnico).
En Becker Abogados, trabajamos con peritos psicológicos expertos en juicios laborales, que saben cómo estructurar informes sólidos, estratégicos y técnicamente impecables.
¿Cómo preparar tu caso antes de llegar a tribunales?
Para que el peritaje tenga el mayor peso posible, es importante preparar el caso con anticipación. Estas son algunas recomendaciones clave:
- Documenta todo: correos, reportes, cambios de rol, exclusiones, actas de reuniones, mensajes, etc.
- Consulta con tu abogado antes de acudir al perito: así se define la hipótesis de evaluación más útil.
- Evita redes sociales o comentarios públicos que puedan restar credibilidad al daño alegado.
- Conserva constancias de atención médica o psicológica si ya estás en tratamiento.
Cuanto más claro sea el nexo entre el daño psicológico y los hechos laborales, más contundente será tu caso ante el tribunal o la contraparte en una negociación.
Errores comunes al presentar una prueba psicológica
Algunos errores pueden debilitar el uso del peritaje psicológico en juicio:
- Usar informes sin valor procesal, como certificados de centros no acreditados.
- No ratificar el informe si lo exige el tribunal.
- Cambiar el relato durante la evaluación, restando coherencia a la prueba.
- Incluir síntomas que no están relacionados con lo laboral, desviando el foco del conflicto.
Por eso, la coordinación entre el abogado y el perito es clave. En Becker Abogados lo entendemos así: el peritaje no es una pieza aislada, sino parte de una estrategia integral para respaldar tu daño y reforzar tu defensa.
Casos reales donde el peritaje fue clave para ganar una demanda
Uno de los casos más exitosos fue el de una gerenta del área financiera, despedida tras denunciar irregularidades contables. Durante los tres meses previos al despido, fue excluida de reuniones, se le quitó acceso a documentos clave y se le cambió de oficina sin explicación.
Becker Abogados tomó su caso, y se solicitó un peritaje psicológico profesional que acreditó:
- Trastorno de ansiedad generalizada, directamente vinculado al entorno laboral.
- Daño emocional persistente tras el despido.
- Necesidad de terapia continua por impacto psicosocial.
Este informe fue determinante para lograr una indemnización mucho mayor a la ofrecida originalmente, incluyendo una compensación por daño moral que superó los $20 millones adicionales al finiquito.
Casos como este muestran que, cuando se utiliza bien, el peritaje psicológico puede ser la pieza clave que transforma un juicio común en una victoria completa.
No subestimes el daño, usa el peritaje a tu favor
Si has sido víctima de acoso, maltrato, exclusión o represalias en tu entorno laboral, y eso ha afectado tu salud mental o emocional, no estás exagerando. Estás enfrentando una situación que la ley reconoce y sanciona.
En Becker Abogados, hemos integrado el peritaje psicológico como herramienta estratégica en la defensa de ejecutivos que han sido despedidos de forma injusta o abusiva. Sabemos cómo construir un caso fuerte, humano y legalmente impecable.