
Muchos gerentes, subgerentes o jefaturas de RRHH piensan que por tener un alto cargo, no están protegidos por el fuero laboral. Pero lo cierto es que, en Chile, existen circunstancias donde la ley prohíbe su despido, incluso en casos de confianza directa.
Si has sido desvinculado mientras participabas o realizabas una denuncia interna, o si el despido ocurre en un contexto sensible, este artículo te ayudará a entender cuándo puedes reclamar por despido ilegal y cómo usar el fuero laboral especial para defender tus derechos.
¿Qué es el fuero laboral especial y cuándo protege a los ejecutivos?
El fuero laboral es una protección legal que impide al empleador despedir a un trabajador sin autorización judicial previa, cuando este se encuentra en determinadas situaciones. Aunque comúnmente se asocia a trabajadores sindicalizados o embarazadas, también protege a ejecutivos en ciertos contextos, especialmente cuando ejercen derechos fundamentales o hacen denuncias internas.
Entre los fueros especiales que pueden aplicarse a ejecutivos están:
- Fuero por denuncia interna o de acoso laboral (fuero represalia)
- Fuero maternal o paternal (en cargos de alta dirección también aplica)
- Fuero por participación en investigaciones administrativas
- Fuero sindical (si el ejecutivo representa o asesora a trabajadores)
En estos casos, no basta con invocar “confianza” o “necesidades de la empresa”. El empleador debe acudir a un juez y justificar la desvinculación. Si no lo hace, el despido puede ser declarado nulo o ilegal, y generar el pago de indemnizaciones adicionales.
¿Me pueden despedir si estoy involucrado en una denuncia interna?
Una de las situaciones más delicadas ocurre cuando el ejecutivo:
- Realizó una denuncia interna por acoso, corrupción, trato discriminatorio o malas prácticas.
- Participó como testigo en una investigación.
- Recibió quejas internas o fue parte de un conflicto reportado.
Si tras cualquiera de estas situaciones el ejecutivo es despedido, se puede presumir que existe una represalia, lo que activa automáticamente el derecho a interponer una demanda por vulneración de derechos fundamentales.
Además, si el ejecutivo fue víctima directa de acoso o marginación, puede accionar mediante una tutela laboral por daño a la honra, integridad o igualdad de trato, independientemente del cargo que ocupe.
Fuero por denuncia, acoso o represalia: lo que la ley sí protege
El fuero represalia es una figura poco conocida pero poderosa. Protege a cualquier trabajador —incluyendo gerentes y jefaturas— que haya ejercido derechos fundamentales, como:
- Denunciar internamente hechos ilegales o abusivos.
- Ejercer derechos constitucionales (libertad de expresión, debido proceso, igualdad).
- Rechazar presiones indebidas, actos de discriminación o represalias.
Este tipo de fuero no necesita estar en un contrato. Se activa automáticamente cuando el empleador toma represalias tras una acción protegida, como denunciar un acoso o resistirse a una orden ilegal.
En estos casos, el despido puede ser anulado por el tribunal, obligando a la empresa a pagar todas las remuneraciones desde el despido hasta la reincorporación o indemnización total.
¿Cómo se aplica el fuero a altos cargos, RRHH y gerencias?
Una duda común es si el fuero laboral también aplica a cargos de confianza. La respuesta es: sí, siempre que se cumpla el contexto protegido por la ley.
Ejemplos reales en que el fuero ha protegido a ejecutivos:
- Un jefe de RRHH que denunció presiones para despedir a mujeres embarazadas.
- Una gerenta comercial que presentó una queja formal por trato degradante del nuevo CEO.
- Un ejecutivo financiero que alertó sobre malas prácticas contables en directorio.
- Un subgerente de planta que fue testigo en una investigación interna por acoso.
En todos esos casos, si el despido ocurre sin justificación objetiva y dentro de un plazo razonablemente cercano a los hechos, el fuero se puede invocar en sede judicial, incluso si el contrato habla de “confianza” o “libre remoción”.
Errores de las empresas que abren la puerta a una demanda
Muchas empresas creen que por tratarse de un ejecutivo, pueden despedir sin consecuencias. Pero estos errores son comunes y costosos:
- No pedir autorización judicial previa cuando el trabajador tiene fuero.
- Despedir inmediatamente después de una denuncia, sin esperar resultados ni seguir protocolo.
- No documentar adecuadamente la causal invocada.
- Presionar al ejecutivo para firmar un finiquito sin reserva.
Estos errores pueden derivar en:
- Declaración de despido nulo.
- Indemnizaciones aumentadas por daño moral.
- Obligación de reincorporar al trabajador o pagar todos los sueldos caídos.
En Becker Abogados, hemos impugnado múltiples despidos de este tipo, logrando compensaciones millonarias para ejecutivos con contratos especiales.
Casos reales donde el fuero permitió una defensa exitosa
Uno de los casos más emblemáticos fue el de una ejecutiva del área de operaciones que denunció irregularidades internas en un proceso de contratación, y dos semanas después fue despedida por “pérdida de confianza”.
Becker Abogados asumió su representación, acreditando que el despido fue una represalia directa por la denuncia, y que no se cumplió con ninguna autorización judicial. Se presentó una demanda de tutela laboral por vulneración de derechos fundamentales.
¿Resultado? La empresa debió pagar el doble de lo ofrecido inicialmente, incluyendo daño moral, y la ejecutiva fue compensada íntegramente.
Este tipo de casos demuestran que el fuero también existe para los altos mandos, y que una defensa estratégica puede revertir completamente una desvinculación aparentemente legal.
El cargo no elimina tus derechos, la ley también te protege
Ocupar un cargo de confianza o una jefatura no significa que estés desprotegido frente a un despido ilegal. Si has ejercido tus derechos, denunciado abusos o sido parte de un conflicto interno, la ley puede estar de tu lado, y el fuero puede marcar la diferencia.
En Becker Abogados, representamos ejecutivos de alto nivel en situaciones de alta sensibilidad legal. Evaluamos tu caso de forma confidencial, rápida y estratégica, para proteger tu trayectoria y obtener la compensación que realmente mereces.